lunes, 9 de febrero de 2009

Baja que estamos abajo de tu casa!

Han llegado los muebles!
Aunque, claro está, no sin probleas, no se crean. Aquí nada es fácil ;)
La persona que supuestamente debería llevármelos a casa, los dejó abajo, a la entrada de la escalera. Con un papelito pequeño con algo que se parecía, con mucha dosis de buena voluntad, a mi nombre y apellido, pegado encima. 
Yo ya quise montar un escándalo, llamándoles y mandándoles todos a tomar por... saco y, sobre todo, haciéndoles venir para subirme los muebles, ¿no? Me frenó uno de mis amigos polacos al decirme que éso no tendría ningún efecto - ¿cómo que no van a hacerme caso?Ya verás como me atienden! Eso no puede ser, ya se van a enterar esos hijos de...!(...) y él me contestó: Lo entiendo todo, pero no olvides que estamos en Polonia y te aseguro que no conseguirás nada - y que me contentase con que me los habían traído, porque ya es mucho. Serán muy conformistas, ¿eh?
Al fin y al cabo me ayudaron algunos chavales que resultaron ser otros de mis vecinos. 
He aquí otra curiosidad: en España, todo el vecindario se conoce, sabe qué pasa con los de arriba y qué con los de abajo, siempre se saludan y hablan un ratito. Mientras que aquí este sentido de comunidad no existe para nada! Será que somos muy cotillas, pero aun así eso choca ;)

Lo cierto es que viviendo en Polonia uno ha de dejar en creer en las leyes de lógica - aunque no en ésas de jungla -. Luego después les cuento si he logrado comprarme un billete mensual - porque finalmente alguien me ha dicho dónde puedo hacerlo! Hasta ahora todos se encogían de hombros diciéndome ´en el centro´...-, así que tengan paciencia!
Vuelvo cuando haya vuelto!:D 

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