Y no es que quiera, o que me autosugestione ni nada.
Es que Varsovia se ha convertido en una ciudad donde resulta difícil encontrar una tienda, un restaurante, un centro comercial, una gasolinera o un periódico donde no los haya.
Y tampoco es que no me guste el día de San Valentín.
Es que desde hace una semana me siento invadida.
Será que me tengo que echar un novio; p
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