Una serie de obstáculos que me pusieron:
- no me quisieron dejar pasar por la puerta, porque, según entendí, ibn a cerrar enseguida aunque en esa misma puerta estaban puestas las horas y tenía aún veinte minutos para arreglar lo que quería, pues al fin y al cabo entré;
- una vez dentro, vi a un señor que esperaba a que le atendiese la única cajera que estaba y que parecía muy empeñada en rellenar algún formularillo, así que me puse detrás de él y también me dispuse a esperar y pasaron así diez minutos sin que nada sucediese, pues le pregunté a la cajera (en inglés):
¿Nos van a atender o es que vamos a permanecer así hasta que se acabe el mundo?
...
¿Perdona...?
¿Acaso no ve usted que trabajo?
Ya, pero ese formulario puede esperar cinco minutillos y nosotros no tenemos todo el tiempo del mundo!
...
En este momento el señor con el que había formado la cola se impacientó y se fue sin decir nada. Yo me acerqué a la ventanilla y noté que lo que rellenaba la cajera eran las crucigramas...
-Cuando ya logré convencerle a la cajera que no me iría antes de comprarme el billete y que me traía sin cuidado que su jornada se terminaba en cinco minutos, me dio un montón de formularios, me pidió todos los papeles posibles: el pasaporte, la tarjeta de identidad, de estudiante, de reservista, el permiso de conducir...
Para abreviar un poco el cuento, aquí vamos a omitir algunos detalles desagradables;)
Lo cierto es que salí de allí con el billete! :D
Porque en el fondo, es la gente muy simpática, hospitalaria y abierta! Lo que pasa es que hay que profundizar mucho para llegar a este fondo ;D
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